viernes, 12 de octubre de 2012

LA VIDA HUMANA CRECE ENTRE PERPLEJIDADES MORALES


Le preocupa al doctor Murad lo que está ocurriendo y sin pelos en la lengua asegura que "a las grandes compañías no les importa el tercer mundo, porque no ganan suficiente dinero y por lo tanto no les interesa tanto la malaria, la diarrea...".


Ferid Murad, Nobel de Medicina 1998. Trabaja sobre un medicamento para erradicar la diarrea en el tercer mundo que afecta a más de 2 millones de personas. Sin embargo no encuentra interés en los laboratorios por comercializarlo.
Pero lo que  a las grandes compañías no les preocupa “experimentar” sus medicamentos en el tercer mundo, para eso si les sirve el tercer mundo, porque ya obtendrán los beneficios con nosotros, la gente del primer mundo, porque saben que al ser directamente los beneficiados, miraremos para otro lado o de muy refilón, SI, nosotros, todos y cada uno de nosotros y de nuestros hijos, que no son los de ellos, donde experimentan y con quienes experimentan, para nuestro bien y para su beneficio el de sus compañías


La realidad supera siempre a la ficción se dice, quien no la haya visto, que vea la película El Jardinero Fiel, basada en los hechos anteriores.


En el desarrollo de la película se dicen frases que representan la situación descrita anteriormente como, por ejemplo,:

"Es más barato ocultar los muertos que volver al laboratorio, les costaría dos años, millones de dólares y otros podrían sacar su propio producto".

Otra frase que cabría destacar podría ser :

"Se acerca una epidemia de tuberculosis. Afectará al mundo entero. Si el mercado de la tuberculosis funciona como se espera, se ganarán miles de millones de dólares.

Mi experiencia en estos aspectos no es extensa, pero he tenido por lo menos una por cada uno de los aspectos que subyacen en la  denuncia del Doctor  Murad:
 
 
He “conocido/vivido”  una crisis grave de cólera, (uno de sus síntomas diarrea aguada) en Etiopía, concretamente en la provincia de Afar y ver como moría la gente, en unos de esos típicos campamentos que se ven en la TV, montados en la explanada del “hospital” de Asayta, (ahora, gracias a Amigos de Silva, ya lo es), con estructuras de madera, plásticos y camillas de “aquella manera”, con unos orificios a la altura del glúteo,  montadas por MSF llegados a la zona, para intentar minimizar la scabechina”.                                                          

 
Conozco y he oído a quien ha sufrido o sufre la malaria y sus ataques, (Occidentales y africanos)lo intento contar un par de líneas más adelante.
 
 
Y he escuchado una vez personalmente a un directivo de una de las grandes empresas de este país, cuando estábamos intentando lograr financiación, otro compañero y yo, porque podía habernos dado casi cualquier respuesta, porque lo esperado, por lo “insignificantes” que éramos, era que no estimaran nuestra propuesta, cualquier respuesta menos a mi entender, la que nos dio, dado que hablábamos de personas, de niños………..”Africa no es estratégica”, respuesta a al menos así la entendí, la entiendo y me costará no entenderla así, pura y duramente económica. (No puedo obtener nada a cambio, no doy nada entonces).

La malaria,,,,,,,,,,,,,,,,,,,como se “vive” y sufre:

Como en otras enfermedades, una señal del “ataque” de la malaria (y esto es un relato de personas que la han sufrido, afortunadamente yo no la he padecido), es una sensación de inquietud que se experimenta de repente y sin motivo aparente y al rato uno se siente entumecido, pesado, todo nos irrita, la luz sobre todo, las voces, los ruidos, los olores…………….y al instante viene el ataque; una taque violento de frío, un frío helador, polar, un frío horroroso, aunque en el exterior haga un calor incluso infernal.
Se empieza a tiritar y a temblar, pero no se parece a ningún temblor equiparable de un frío a la intemperie, nos “atacan” unas vibraciones y convulsiones irrefrenables.
Lo único que puede ayudarnos en ese momento es que nos tapen, pero no de forma corriente con mantas, edredones o similares, la cosa, consiste en que con la prenda que nos cubren deben aplastarnos con su peso, aprisionarnos.

He oído relatos de quien al no tener con que taparle le pusieron una tapa de baúl encima y un par de personas se sentaron encima hasta que se pasara el ataque de tiritona.
Pero aun protegidos por esas mantas, los dientes castañean y el dolor hace gemir,  es un  frío interior, no viene del exterior………………tras varias horas de agitación, pasa el punto álgido del ataque, se va alejando poco a poco, dejándonos inertes, dejándonos en un estado de agotamiento e impotencia absolutos

Una imagen que a veces a quien no está “al corriente”,  y viaje a Africa, puede confundir y llevar a otro tipo de valoraciones, son esas personas que a veces nos podemos encontrar en las calles de las poblaciones, de los caminos de Africa,  personas desafortunadas, desafortunadas entre los desafortunados, gente que no tiene con que taparse o quien los tape o atienda, tumbados en el suelo, semiinconscientes, empapados en sudor y en momentos con convulsiones, personas adormecidas, apáticas y con los sentidos “embotados”, sentadas o tumbadas, les hablas y no te oyen, les miras y parece que no te ven, puede pensarse que se trata de perezosos, de vagos y/o haraganes……………….simplemente puede que tengan o vengan de un ataque de malaria.
Pero ese es otro mundo, no es el nuestro y a la vista de lo inicialmente indicado, no parece importarnos ya que no arroja beneficios a las cuentas de resultados………….simplemente nos sirven para experimentar de forma sencilla y barata, porque nuestra salud y la de nuestros niños, esa SI, esa nos importa……esa que si dará beneficios a las cuentas de resultados. Deberíamos ser más exigentes y reinvincativos en el control de este tipo de abusos y excesos, porque sino reducimos todo a un costo y un beneficio

¿A que costo?, como se dice al final de la película El Jardinero Fiel, “al costo de unas vidas muy baratas”


Mi "realidad" más inmediata en este aspecto???……………. intentar conseguir unos 4.000 € para dotar a 200 niños en Bugajali, -  Uganda de un colchón, una manta y una mosquitera, para que no duerman en el suelo o en hojas de palpa, se puedan abrigar un poco y luchar de la forma más barata y de las más eficaces contra la malaria, dotandoles de una mosquitera para la noche…………si hay alguna empresa farmacéutica que pudiera hacerse cargo, estaríamos ellos, esos 200 niños y yo muy agradecidos.