martes, 13 de diciembre de 2011

UN PROBLEMA LATENTE......AUN NO RESUELTO......


Justo antes de salir para Kitgum, ( a finales de octubre pasado, aparecía en los diarios el envío de tropas al norte de Uganda por parte de EEUU, 100 miembros de sus fuerzas especiales, la intención declarada no podría ser más loable: apoyar a las fuerzas ugandesas en la lucha contra el Ejército de la Resistencia del Señor (LRA, en sus siglas en inglés). Una de las zonas más afectadas por el conflicto fue la región Acholi (también Acoli ) es un grupo étnico de los distritos de Agago , Amuru , Gulu , Kitgum , Nwoya , Lamwo y Pader en el norte de Uganda (un área conocida como Acholiland ), y el Condado de Magwe , en el sur de Sudán . Aproximadamente 1,17 millones de Acholi fueron contabilizados en el censo de Uganda de 2002, y 45.000 más vivían en el sur de Sudán en 2000.


http://www.defense.gov//News/NewsArticle.aspx?ID=65664

El caso de estudio del LRA es casi único. Durante 25 años, el LRA ha causado estragos en la población civil de África central. Lo que comenzó como una fuerza rebelde en el norte de Uganda (Acholi, 1987), se ha transformado en una movimiento guerrillero sanguinario a nivel regional (observa el mapa). Liderada por Joseph Kony, junto a unos cientos de soldados, muchos de ellos adolescentes, y sin agenda política ninguna, sobrevive con una estrategia o método sanguinario: atacando, saqueando, reclutando y violando a la población civil, principalmente mujeres y niños.

Macleord Baker Ochola, el ‘Obispo Ochola’, como sigue siendo conocido, trabaja en la reintegración de exniños soldado y lidera una coalición de personalidades religiosas que abogan por la reconciliación entre el LRA, las víctimas y el Gobierno.
“Occidente tiene mucho gusto por el petróleo aunque no sé si ésa es la razón. Pero la pregunta es por qué ahora [envían tropas], después de varios años en los que la gente ha ido muriendo en esta región sin que Estados Unidos hiciera nada”, se interroga Ochola, cuya mujer murió en un ataque del LRA. Además, una de sus hijas se suicidó tras ser violada en grupo por miembros de la milicia.

“¿Por qué no vinieron inmediatamente tras el fracaso en 2008? Porque cuando hay una emergencia, no hay que esperar. Si la casa se está quemando, debes apagar el fuego inmediatamente o si te esperas demasiado la casa será destruida”.  

El ‘Obispo Ochola’ llevan viviendo el conflicto desde dentro y desde sus inicios

Después del alto el fuego y las negociaciones para el arreglo pacífico de la insurgencia, en 2008 hubo un asalto fallido para acabar con la guerrilla (organizado entre el ejercito ugandés y el norteamericano) en estos tres años, este grupo ha matado más de 2.400 civiles, secuestrado más de 3.400, causando 440.000 desplazados.

La prensa local se hacía eco que los intereses de la intervención de EEUU podían venir motivados por el petróleo descubierto en Uganda y la RDC y la intención de contener la creciente influencia de China en la región.


La realidad es que el problema sigue latente y aunque con mucha menos intensidad,  que en sus peores años, incluso inapreciable para los que viajamos, el problema subsiste, aunque no sea objeto de ser noticiable, no deja de ser un conflicto más pero en este caso, a nivel personal, afecta a una zona conocida y a gentes conocidas y sigue vigente y en “estudio y analisis” como puede leerse en el último boletín de 17 de noviembre 2011 de  Crisis Group, organización independiente, sin fines de lucro, no gubernamental comprometida con la prevención y resolución de los conflictos armados  considera al LRA como  una amenaza mortal para los civiles en los tres Estados del África Central.

Este “ejercito” es el responsable de la guerra que ha vivido la zona del norte de Uganda, donde Kitgum se encuentra ubicado,  desde que lanzó su rebelión en 1987 desde el norte de Uganda., de toda serie de barbaridades, secuestro de unos 30.000 niños, según cifras de Naciones Unidas, y en Uganda llegó a haber 1,7 millones de personas desplazadas por la violencia. En la actualidad, el LRA existe en la forma de pequeñas unidades más o menos autónomas y repartidas por la jungla en un área entre Sudán del Sur, la República Centroafricana y la República Democrática del Congo (RDC).




Quien quiera conocer algo más de esta problemática le recomiendo leer el libro de alguien a quien considero mi amigo, el fue el que me puso en la senda de Kitgum y Uganda, Jose Carlos Rodriguez y su libro HIERBA ALTA, en el que cuenta su experiencia en las conversaciones de paz para la desmovilización del Lord´s Resistance Army (LRA), o Ejercito de Resistencia del Señor, José Carlos fue un “actor privilegiado” en las conversaciones de paz durante los años en los que el LRA atacaba a los pueblos acholi, secuestrando a miles de niños que eran obligados a unirse a su lucha.

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