Hace ya algún tiempo, escribí, transcribí un articulo publicado en un suplemento semanal de un diario nacional sobre el mismo tema, la especulación de los mercados sobre los alimentos y donde se transcribía las declaración de una persona, una persona que trabaja en la bolsa de Chicago que decía literalmente, que la gente que muere de hambre, son daños colaterales del mercado........
En un viaje anterior a Uganda, en la que viajaban personas que trabajan en agencia de valores hablaban del efecto de las Commodity (mercancía, en castellano) en economía es cualquier producto destinado a uso comercial. Al hablar de mercancía, generalmente se hace énfasis en productos genéricos, básicos y sin mayor diferenciación entre sus variedades.
Las sequias, son una causa importante para desencadenar hambrunas en paises subdesarrollados y en Africa especialmente, miremos la última de Somalia, pero nuestro "sistema" económico y nuestra ansia de beneficio pone a muchas personas "contra las cuerdas del hambre".
A esas personas que se permiten, no especular con alimentos, eso es lo que ellos dicen, especulan con la vida de muchas personas, el resto son milongas linguisticas y/o económicas, que en todo caso anteponen el dinero a la persona, me gustaría llevarlas a algunos sitios y volver hablar allí, eso si haciendoles pasar las mismas condiciones, tres meses......................y volver ha hacer las preguntas, porque si el sistema sirve en una dirección y afecta a unos, debe valer en sentido contrario en este caso, afectándoles a ellos.
Os dejo esta parte del informe de Miguel Giribets
En post posteriores transcribiré otras partes del mismo
LOS VALORES A FUTURO, CAUSA PRINCIPAL DE LA ESCALADA DE LOS PRECIOS
La caída de la tasa de ganancia desde los años 80 del siglo pasado ha traído como consecuencia la aparición de los capitales especulativos: grandes masas de capital se salen del proceso productivo y se dedican simplemente a la especulación. En la actualidad, y desde ya algunos años, la mayoría de las operaciones económicas del capitalismo no corresponden a actividades productivas sino que son puramente especulativas. Pero, al final, la ―fiesta‖ la pagan los mismos: los pueblos del mundo.
Hemos visto cómo han ido explotando una tras otra las diversas ―burbujas (informática, inmobiliaria …). En estos momentos, está en plena expansión la burbuja alimentaria, que se puede resumir en la frase de una agente inglesa de bolsa: ―LO QUE PARA UN POBRE ES UN MENDRUGO, PARA UN RICO ES UN TIPO DE ACTIVO TITULARIZADO (Ann Berg, operadora de futuros, citada en The Guardian británico).
Los grandes centros de la especulación mundial son: el NYMEX / COMEX de Nueva York y, especialmente, la Cámara de Comercio de Chicago (CBOT, en inglés) y la chicago Mercantile Exchange (CME). En Europa, tenemos una fuerte contratación de futuros en la bolsa de Londres, así como en las de París, Amsterdam, Frankfurt, Mannheim y Hannover.
―En la Bolsa de Chicago, ilustra Joao Pedro Stedile, se han vendido ya las cosechas de los próximos siete años. ―
En los últimos nueve meses de 2007 el volumen de capitales invertidos en los mercados agrícolas se quintuplicó en la Unión Europea y se multiplicó por siete en EEUU (Domique Baillard, ―Estalla el precio de los cereales‖, en Le Monde Diplomatique, mayo 2008:6). ―
En 2008, ―según la consultora de Wall Street Lehman Brothers, entre 150.000 y 270.000 millones de dólares se lanzaron a 'especular' con los precios a futuros de las materias primas agrícolas, haciéndolas subir artificialmente. Standard & Poors, por su parte, afirma que sólo en el primer bimestre del 2008 entraron a ese negocio 40.000 millones de dólares. Es lo que se denomina cínicamente 'la inversión en commodities'. Para ver que todo es pura especulación, basta señalar que, durante marzo, en sólo dos días cayeron los precios de la soja, el trigo y el maíz entre un 8 y el 17%, debido a una leve recuperación del dólar. Y después volvieron a subir, todo sin que tuvieran nada que ver las cosechas ni ningún otro factor real.
En la actualidad, el 60% de las cosechas de trigo y otros cereales están bajo el control de estos fondos de inversión especuladores. Los valores a futuro disparan los precios al alza. Las leyes del mercado –la sacrosanta oferta y demanda para los ideólogos capitalistas- ya no influyen para nada en la evolución de los precios. ―Las autoridades reguladores de la Commodity Futures Trade Comission (CFTC), que centran su atención en las bolsas de futuros de los EE.UU., han constatado repetidamente que la determinación del precio en los agrofuturos ya no tiene nada que ver con la oferta y la demanda ni las estimaciones de cosecha y ventas. Las manías de los mercados hacen fluctuar los precios radicalmente. Aunque la producción de alimentos apenas crezca o se estanque, las cifras de los agrofuturos se multiplican y se multiplican. Si hace un par de años se comerciaba todavía con unas 30.000 acciones de futuros en trigo al día en Chicago, hoy han subido ya a más de 250.000.―
La cosa no queda ahí. Al igual que se hizo con la especulación inmobiliaria, con los valores a futuro se crean productos financieros que se comercializan por todo el mundo. De nuevo, la bola de nieve especulativa que se está formando alcanzará niveles insospechados, hasta que estalle. Los especuladores, ―después de haber definido un cierto precio en el contrato de derivados deciden pasar el riesgo a otros; es decir, convierten el contrato de suministro futuro en un producto comercializado en los mercados financieros mediante esos contratos de derivados, cuyo valor deriva del precio de la materia de referencia o subyacente.
El colmo del bandidaje de los mercados de futuros es que se pueden comprar y vender valores sin que haya ningún producto que ―justifique la operación: simplemente especulando al alza o a la baja de los precios. ―Las especulaciones con trigo, con arroz o con maíz pueden hacerse sin necesidad de que la transacción ―suceda en el mundo real Los que participan de estos juegos no necesariamente están implicados en la venta o entrega de los granos. Las transacciones pueden usar commodity index funds que son apuestas o al alza o la baja de los precios. Una ―put option‖ es una apuesta a la suba de los precios y una ―call option es una apuesta a la baja. Proponiéndoselo, los ―traders(los operadores del mercado) y las grandes instituciones financieras pueden llevar los precios para arriba en general o también en particular el de algún grano. ―
―En febrero de 2008, Josep Borrell, ex presidente del Parlamento Europeo, declaraba que sólo había reservas de trigo en el mundo para 30 días y que el precio de los alimentos básicos habían subido un 30% en los últimos tiempos. En 2007 el precio de los alimentos se incrementó en un 40%, según la ONU. Borrell establece el paralelismo entre la especulación inmobiliaria y la especulación alimentaria: "existe una crisis inmobiliaria en los países del norte, y alimentaria en los del sur; se ha especulado con las viviendas y ahora ocurre lo mismo con los alimentos"", lo que da muestras de una ""globalización desregulada.
La especulación también llega a las materias primas, especialmente al petróleo. En los últimos tiempos, estamos asistiendo a una subida del precio del petróleo sin precedentes, y, lo que es más preocupante, sin que nadie dé explicación alguna sobre lo que sucede. ―Una investigación del Comité de Seguridad Interior del Congreso de los Estados Unidos ha llegado a la conclusión de que la suba en el precio de las materias, en especial del petróleo, ha sido producida por la especulación internacional. 'De acuerdo con el informe, en los últimos cinco años estas inversiones en índices (de materias primas) generaron la compra de 848 millones de barriles de petróleo, es decir casi lo mismo que demandó China para sostener su crecimiento (cada una de estas compras ‗virtuales' genera como contrapartida la creación de un stock)' (Cronista, 3/6). El alza de los precios no obedece a 'una crisis de oferta', insiste el informe: 'no falta crudo en los oleoductos y hay suficientes alimentos en las góndolas de los supermercados'. Sin embargo, el Comité rechazó el planteo de intervenir o regular los mercados especulativos con el argumento de que las operaciones continuarían de cualquier modo, pero en negro. Entre 2003 y 2008, la inversión en índices vinculados con el negocio de materias primas creció veinte veces -de 13 mil a 260 mil millones. ―
Uno de los motivos aducidos son las bajas cosechas debidas a problemas climáticos. Para 2008 se estimaban unas existencias de 420 millones de toneladas de alimentos, que eran las más bajas de los últimos 25 años.
La fabricación de biocombustibles es otro de los motivos. Los EEUU fabrican biocombustibles a partir del maíz, dedicando a tal fin el 30% de las cosechas de este grano (fuente: Frank Messías, Universidad de Columbia). Desde 2003 se ha duplicado el uso del maíz para biocombustibles.
―Una parte importante del maíz de EE.UU ha ―desaparecido repentinamente, pues fue comprada para la producción de etanol. Esta explosión incontrolada del sector de los bio-combustibles causó un gran impacto en los ya inestables mercados internacionales de granos básicos. La especulación, se aprovecha de la escasez relativa de los alimentos. Los vendedores mantienen sus reservas alejadas del mercado para estimular alzas de precio en el mercado nacional, creando enormes beneficios. Las multinacionales adquieren agresivamente enormes áreas de tierras agrícolas alrededor de las ciudades con fines especulativos, expulsando a los campesinos
―La producción mundial de etanol se triplicó entre 2000 y 2007 y se espera que se duplique de nuevo en los próximos 10 años hasta alcanzar los 127.000 millones de litros anuales. La de biodiésel, por su parte, aumentará de los 11.000 millones de litros producidos en 2007 hasta cerca de 24.000 millones en 2017.
―Según la FAO dentro de los próximos 15 a 20 años los agrocombustibles serán el 25% del total de la demanda mundial de energía. Detrás de ello está la ofensiva internacional del capitalismo monopolista para el control de las fuentes de energía. Esa voracidad del capital se observa en Brasil: quieren convertir el país en centro mundial de etanol (= alcohol producido para utilizar como carburante, se obtiene de vegetales como la remolacha, patata, caña de azúcar, maíz, trigo cebada ...) para beneficio de EEUU, Japón y Europa.‖
Otro culpable de las alzas de precios es el despegue económico de China, India o Brasil. La mayor y mejor dieta alimenticia –especialmente en el caso de los chinos- dejaría menos alimentos para el resto de la Humanidad que, por la lógica de la oferta y la demanda, resultarían más caros. Este es un argumento absolutamente falso y va dirigido contra China, en la medida en que este país le disputa la hegemonía mundial a los EEUU. La realidad es que ―el crecimiento de la demanda en países que progresan como China, India y Brasil es de apenas 10%, 8% y 5%. Eso es compensado por un crecimiento de la producción interna, que en China alcanzó 12% y en India 10%.
Por el contrario, hay estudios más serios ponen el dedo en la llaga. ―Los especuladores de Bolsa de Comercio de Chicago (Chicago Board of Trade, por sus siglas en inglés) provocaron la actual crisis alimentaria que desencadenará en una hambruna en los países pobres, señalaron expertos del Instituto de Estudios Nacionales de la Universidad de Panamá. (...)'Ni siquiera el consumo de India ni la República Popular China juntos, pueden tener los efectos desastrosos que han provocado los especuladores de alimentos', sostuvo.
Estamos, pues, ante una nueva burbuja especulativa. Como toda burbuja, ha de tener una fecha final. Los capitalistas ya lo tienen calculado: la burbuja especulativa de los alimentos tiene que durar hasta el 2015; así lo manifestó el presidente del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, en mayo de 2008. A partir de ese año, los especuladores tendrán que orientar sus inversiones en otra dirección. Pero, ¿hasta cuándo aguantará un sistema económico que ya no se basa en la producción de productos, sino en el atraco descarado al conjunto de la Humanidad? ¿Qué pasará dentro de unos años, cuando, de un lado, ya no haya nada o casi nada con que especular, y, de otro lado, una masa incalculable de capitales estarán exigiendo una rentabilidad que ya no será posible? ¿Qué pasará cuando la tasa de beneficio del capital esté próxima a cero, para lo que no faltan muchos años?
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