Estoy observando últimamente como en las redes Sociales incluso lo he visto en los informativos de TV, la campaña que se está haciendo, el eco que está obteniendo el el video Kony 2012, promovido por la ONG norteamericana Invisible Children, con el que se da título a una campaña en la que se pide el arresto del líder del Ejército de Resistencia del Señor (LRA), el grupo guerrillero que durante dos décadas sembró el terror en el Norte de Uganda.
Me sorprende el hecho de que se
realice ahora y no antes, que no se hiciera durante las dos décadas en las que
más cruda fue la “realidad” que marcaba este “personaje y su “ejercito”.
Por eso creo que es
muy interesante la opinión y visión de Jose Carlos Rodriguez, persona a la que
estimo por muchos motivos que ahora quizás no vengan al caso, él fue que fue
quien me puso en la "senda" de Uganda, quien me “invito” a ir al norte a Kitgum,
como sabrá quien sigue este blog más o
menos regularmente, justo a la zona donde más crudo FUE, ya no lo es el conflicto, y destaco las palabras del
propio José Carlos y las cuales doy fe, ya que he estado viajando durante más
de un año a la zona de forma intermitente y os aseguro que no he visto ni he
sentido nada raro, independientemente a las consecuencias que deja un conflicto
de estos:
“………..la guerra en el Norte de Uganda se terminó a finales del
2006 y que ya no hay 40.000 niños secuestrados, ……………muchos espectadores
pueden tener la errónea impresión de que el problema continúa todavía en el
Norte de Uganda, cosa que no es cierta puesto que allí la situación está ahora
normalizada”
Me descorazona, me indigna nuestra
actitud ante hechos como este, no por el hecho de la campaña que está
realizando Invisible Children, sino por el hecho que durante esas dos décadas
no se hiciera nada, ni escuchar a quienes nos avisaban y reclamaban nuestra
atención desde el epicentro del drama:
“……………En vano intentamos durante
muchos años llamar la atención de la comunidad internacional, …………relatos de
atrocidades y listas de niños secuestrados que después enviábamos a embajadas y
a oficinas de Naciones Unidas para después encontrarnos con el silencio más
absoluto”
Os dejo el enlace con el artículo de José Carlos, cada uno
podrá tener y hacerse su composición de lugar, pero es muy triste y lamentable
como actuamos y como reaccionamos ante las cosas.
Yo he tenido el “privilegio” de que me las contara esta y
otras muchas, de las que siempre intento aprender algo, en primera persona y me
hizo especial ilusión, charlar y que la
última vez que estuvimos cara a cara fuera en Kampala capital de Uganda, el volvía
del Congo y yo de Bujagali.
Gracias por la dedicatoria que me hiciste y por todo lo que me enseñas y orientas en Uganda, cuando estaba en el norte, ahora en el sur y allí donde necesito un consejo.
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