Fotos: Orfanato - Niños Orfanato
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Día 15/2009 - Día 1 - Sábado
Ayer terminamos tarde, llegue sin contratiempo y a la hora prevista a Addis Abeba, nos acostamos sobre las 5 h y hoy nos hemos levantado a las 8 h 30, por lo menos dormí en el último vuelo
Hoy no ha sido un día de demasiados “éxitos”, hemos empezado con una rueda pinchada cuando hemos llegado al coche, la hemos cambiado y a desayunar.
La siguiente operación consistía un una serie de gestiones e ir al hospital a recoger a un señor, que es trabajador etiope en la guardería de Meki, el cual estaba muy enfermo y su mujer había pedido que lo lleváramos a casa para que muriese junto a los suyos.
Estaba en el hospital recomendado por la Embajada Española para que atienda a los compatriotas. Que contaros, yo apuesto a que el embajador no lleva allí a los suyos, el desbarajuste era total, empezar por recepción a preguntar era wel comienzo al desconocimiento, vaya aquí y pregunte, llegados allí vaya allá y así unas cuantas veces en varios pisos y secciones de los mismos, ah ordenadores de registro, no hemos visto ninguno, miento un par, apagados.
Al final hemos conseguido que apareciese apuntado en un libro de registro, vuelta a buscarlo con aquella referencia de entrada, final, después de 2h y media nos hemos ido sin el señor, intuyendo que se había ido a su casa por su cuenta.
De las habitaciones no os comento nada, hay que verlas, de la recepción de urgencias, el desbarajuste total, ni orden ni concierto, la sala de espera era en el exterior con una tejabana, el registro todas partes, otro mundo, aquí la realidad de Africa se nos ha hecho presente, gente en movimiento de un lado a otro, entre nuestra informatización y esto, el abismo, es eso un abismo, insalvable. Con lo sencillo que resulta en Osakidetza dar un nombre y apareces por todos los lados, todo tu historial, etc, etc
Nos hemos ido a comer y luego a recoger las cajas de ayuda que habíamos enviado, otra vez la burocracia se nos hacía presente, según, ahora sí, en el ordenador el envío figuraba pero los paquetes no aparecían en el almacén, nos hemos ido sin nada. Paco me comentaba que aquí nada sale ni se consigue a la primera, llamaremos algún contacto que tenemos y lo gestionaremos para otro día que pasemos por la capital.
Hemos seguido hacía Meki, población donde se encuentra la guardería, la cual recoge en la actualidad a 33 niños abandonados, aquí estaba la compensación del día, una niña ya se ha quedado con mi nombre y a sido mi anfitriona enseñándome las instalaciones, su cuarto y su cama, el comedor……….
Salimos a cenar, (y ha hecho presencia el plato nacional la Injera, os lo comento en un artículo aparte) me ha dado tiempo a ver poco del orfanato y de sus instalaciones.
La sensación que me ha quedado de mi primer día, es que no he sentido que llegaba a un sitio extraño, estaba en un lugar conocido, quizás la preparación del viaje, mi última presencia en el continente, estas navidades las pasaba n Mali, han contribuido a ello, pero la sensación no era extraña.
Soy consciente que si no se ha estado en este continente trasmitir lo que se vive se siente y lo que da no es, sencillo, hay que vivirlo y engancha o la rechazas.
Mañana será otro día, Africa se hace presente, en su belleza, su encanto y sus miserias:
Día 16/08/2009 - Día 2 – Domingo
Hoy no tenemos electricidad, así está programado, la red de distribución no da para más y un día hay y otro no, así que a funcionar con la luz solar y en el mejor de los casos habrá agua fría. Tenemos que aplicar más que nunca eso que tanto decimos de “ no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, aquí se modifica de la siguiente forma: “lo que puedas hacer hoy hazlo, ya que no sabes cuando podrás hacerlo”
Las comodidades occidentales tan dadas por hecho, dar a un interruptor y luz, un grifo “rojo” y agua caliente, ………..etc, aquí es parte de las “sorpresas” de cada día. Uno se acostumbra no es problema. El “tempo” de las cosas y de la vida es otro, no digo fácil, digo otro.
Y el tema de la electricidad es un problema que no debería existir en Etiopia, (me imagino que como tantos otros, en Africa en general, dado su potencial su potencial, pero……………) para generar electricidad es monumental. (Ver en el artículo Etiopia un país de diversidad, el apartado “Energía”)
Hemos empezado el día asistiendo a misa en un pueblo cercano a Meki, Zway, acompañados de algunos niños del orfanato, tras lo que nos hemos ido a desayunar a un bar de la población y regreso al orfanato, donde he comenzado a repasar las instalaciones eléctricas de de los tres pabellones existentes, no os aburro con lo visto, simplemente la conclusión a la que llego y la vamos a plantear a futuro es una nueva concepción de las instalaciones de forma de hacerlas más funcionales y prácticas. Lo que a nosotros nos parece evidente aquí no lo es de inicio, es el choque de mentalidades, aparte de nuestra experiencia adquirida a lo largo del tiempo.
Creo que tengo asumido o superado el conocido como “cultural shock”: la inmensa sensación de impotencia ante la imagen constante de la pobreza, la miseria y la enfermedad que nos rodeaba lo cual produce una permanente sensación de angustia, de falta de aire, de lo cruel que es la vida en condiciones adversas y creo que es debido a mi poca, pero al fin y al cabo la experiencia recogida en otros viajes.
Como ya decía al principio uno aprende ha adaptarse a no encontrarse permanentemente pendiente de lo que sucede a su alrededor y a vivir adaptado a las circunstancias de lo que aquí es la vida cotidiana a tener ese “tempo” que antes decía.
Curiosidad del día: “LA HORA”: en Etiopia, la hora oficial, por decirlo de alguna manera es una hora más que en España, pero en la Etiopia “de la calle”, de los pueblos por donde hemos pasado, se rigen por la hora del sol, de 6 de la mañana a 18 h, dividen el tiempo en periodos de doce horas, dicho de otra forma llevan un desfase de 6 horas con respecto a nosotros, o mejor dicho cuando estamos aquí, nosotros somos los que no vamos “al compás” con ellos, por lo que para no despistarnos en algún lado o con algún horario de autobús, lo que debemos hacer es restar 6 horas a la hora que ellos nos digan. (Ej.: si un autobús nos dicen que va a salir a las 13 h etiopes, en nuestro reloj serán las 7 de la mañana)
EL ORFANATO
Hoy he conocido la realidad del orfanato, que resumida es la siguiente: comenzó como un proyecto ambicioso de una asociación extranjera, la cual contó en su inicio con el apoyo de una congregación de monjas de un pueblo cercano, Ziway, (donde hoy hemos estado en misa) y con el obispado de la región. Una vez puesto he marcha y transcurrido tiempo y llegados a día de hoy no pueden hacer frente al mantenimiento del mismo: Aquí es donde ahora entra Amigos de Silva con la intención de hacerse cargo del orfanato.
El proyecto nació tras consultar sobre las necesidades de la zona, las cuales se concretaron en la necesidad de ayudar a los niños abandonados. En la actualidad el centro cuenta con 33 niños a los cuales se les da un entorno “familiar” donde crecer, educarse y formarse, el mismo cuenta con trabajadores locales que realizan las funciones necesarias de atención a los niños, por lo que adicionalmente se crean puestos de trabajo. Los niños acuden al colegio y van creciendo de una forma “ordenada” fuera de las calles o en el mejor de los casos en los servicios sociales del estado.
Es importante que no dejemos morir este proyecto, ya que ello supondría un drama para estos niños y futuros niños que podrían ser acogidos, para ello hace falta la ayuda de todos para poder seguir con él.
Ver y estar con estos niños y ver los de la calle, hace necesarios estos proyectos y verlos reír, jugar, comportarse compensa el esfuerzo que realicemos, estremece pensar que si se corta la ayuda que reciben actualmente o no se puede conseguir ayuda para que Amigos de Siva en este caso concreto, pueda hacer frente a la continuación del proyecto, muchos de estos niños harán de las calles sus colegios , convertirán las cárceles en su segunda casa y las niñas tendrán que acabar negociando con sus cuerpos, dramático, pero cierto y desgraciadamente demasiado común.
Ayer terminamos tarde, llegue sin contratiempo y a la hora prevista a Addis Abeba, nos acostamos sobre las 5 h y hoy nos hemos levantado a las 8 h 30, por lo menos dormí en el último vuelo
Hoy no ha sido un día de demasiados “éxitos”, hemos empezado con una rueda pinchada cuando hemos llegado al coche, la hemos cambiado y a desayunar.
La siguiente operación consistía un una serie de gestiones e ir al hospital a recoger a un señor, que es trabajador etiope en la guardería de Meki, el cual estaba muy enfermo y su mujer había pedido que lo lleváramos a casa para que muriese junto a los suyos.
Estaba en el hospital recomendado por la Embajada Española para que atienda a los compatriotas. Que contaros, yo apuesto a que el embajador no lleva allí a los suyos, el desbarajuste era total, empezar por recepción a preguntar era wel comienzo al desconocimiento, vaya aquí y pregunte, llegados allí vaya allá y así unas cuantas veces en varios pisos y secciones de los mismos, ah ordenadores de registro, no hemos visto ninguno, miento un par, apagados.
Al final hemos conseguido que apareciese apuntado en un libro de registro, vuelta a buscarlo con aquella referencia de entrada, final, después de 2h y media nos hemos ido sin el señor, intuyendo que se había ido a su casa por su cuenta.
De las habitaciones no os comento nada, hay que verlas, de la recepción de urgencias, el desbarajuste total, ni orden ni concierto, la sala de espera era en el exterior con una tejabana, el registro todas partes, otro mundo, aquí la realidad de Africa se nos ha hecho presente, gente en movimiento de un lado a otro, entre nuestra informatización y esto, el abismo, es eso un abismo, insalvable. Con lo sencillo que resulta en Osakidetza dar un nombre y apareces por todos los lados, todo tu historial, etc, etc
Nos hemos ido a comer y luego a recoger las cajas de ayuda que habíamos enviado, otra vez la burocracia se nos hacía presente, según, ahora sí, en el ordenador el envío figuraba pero los paquetes no aparecían en el almacén, nos hemos ido sin nada. Paco me comentaba que aquí nada sale ni se consigue a la primera, llamaremos algún contacto que tenemos y lo gestionaremos para otro día que pasemos por la capital.
Hemos seguido hacía Meki, población donde se encuentra la guardería, la cual recoge en la actualidad a 33 niños abandonados, aquí estaba la compensación del día, una niña ya se ha quedado con mi nombre y a sido mi anfitriona enseñándome las instalaciones, su cuarto y su cama, el comedor……….
Salimos a cenar, (y ha hecho presencia el plato nacional la Injera, os lo comento en un artículo aparte) me ha dado tiempo a ver poco del orfanato y de sus instalaciones.
La sensación que me ha quedado de mi primer día, es que no he sentido que llegaba a un sitio extraño, estaba en un lugar conocido, quizás la preparación del viaje, mi última presencia en el continente, estas navidades las pasaba n Mali, han contribuido a ello, pero la sensación no era extraña.
Soy consciente que si no se ha estado en este continente trasmitir lo que se vive se siente y lo que da no es, sencillo, hay que vivirlo y engancha o la rechazas.
Mañana será otro día, Africa se hace presente, en su belleza, su encanto y sus miserias:
Día 16/08/2009 - Día 2 – Domingo
Hoy no tenemos electricidad, así está programado, la red de distribución no da para más y un día hay y otro no, así que a funcionar con la luz solar y en el mejor de los casos habrá agua fría. Tenemos que aplicar más que nunca eso que tanto decimos de “ no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, aquí se modifica de la siguiente forma: “lo que puedas hacer hoy hazlo, ya que no sabes cuando podrás hacerlo”
Las comodidades occidentales tan dadas por hecho, dar a un interruptor y luz, un grifo “rojo” y agua caliente, ………..etc, aquí es parte de las “sorpresas” de cada día. Uno se acostumbra no es problema. El “tempo” de las cosas y de la vida es otro, no digo fácil, digo otro.
Y el tema de la electricidad es un problema que no debería existir en Etiopia, (me imagino que como tantos otros, en Africa en general, dado su potencial su potencial, pero……………) para generar electricidad es monumental. (Ver en el artículo Etiopia un país de diversidad, el apartado “Energía”)
Hemos empezado el día asistiendo a misa en un pueblo cercano a Meki, Zway, acompañados de algunos niños del orfanato, tras lo que nos hemos ido a desayunar a un bar de la población y regreso al orfanato, donde he comenzado a repasar las instalaciones eléctricas de de los tres pabellones existentes, no os aburro con lo visto, simplemente la conclusión a la que llego y la vamos a plantear a futuro es una nueva concepción de las instalaciones de forma de hacerlas más funcionales y prácticas. Lo que a nosotros nos parece evidente aquí no lo es de inicio, es el choque de mentalidades, aparte de nuestra experiencia adquirida a lo largo del tiempo.
Creo que tengo asumido o superado el conocido como “cultural shock”: la inmensa sensación de impotencia ante la imagen constante de la pobreza, la miseria y la enfermedad que nos rodeaba lo cual produce una permanente sensación de angustia, de falta de aire, de lo cruel que es la vida en condiciones adversas y creo que es debido a mi poca, pero al fin y al cabo la experiencia recogida en otros viajes.
Como ya decía al principio uno aprende ha adaptarse a no encontrarse permanentemente pendiente de lo que sucede a su alrededor y a vivir adaptado a las circunstancias de lo que aquí es la vida cotidiana a tener ese “tempo” que antes decía.
Curiosidad del día: “LA HORA”: en Etiopia, la hora oficial, por decirlo de alguna manera es una hora más que en España, pero en la Etiopia “de la calle”, de los pueblos por donde hemos pasado, se rigen por la hora del sol, de 6 de la mañana a 18 h, dividen el tiempo en periodos de doce horas, dicho de otra forma llevan un desfase de 6 horas con respecto a nosotros, o mejor dicho cuando estamos aquí, nosotros somos los que no vamos “al compás” con ellos, por lo que para no despistarnos en algún lado o con algún horario de autobús, lo que debemos hacer es restar 6 horas a la hora que ellos nos digan. (Ej.: si un autobús nos dicen que va a salir a las 13 h etiopes, en nuestro reloj serán las 7 de la mañana)
EL ORFANATO
Hoy he conocido la realidad del orfanato, que resumida es la siguiente: comenzó como un proyecto ambicioso de una asociación extranjera, la cual contó en su inicio con el apoyo de una congregación de monjas de un pueblo cercano, Ziway, (donde hoy hemos estado en misa) y con el obispado de la región. Una vez puesto he marcha y transcurrido tiempo y llegados a día de hoy no pueden hacer frente al mantenimiento del mismo: Aquí es donde ahora entra Amigos de Silva con la intención de hacerse cargo del orfanato.
El proyecto nació tras consultar sobre las necesidades de la zona, las cuales se concretaron en la necesidad de ayudar a los niños abandonados. En la actualidad el centro cuenta con 33 niños a los cuales se les da un entorno “familiar” donde crecer, educarse y formarse, el mismo cuenta con trabajadores locales que realizan las funciones necesarias de atención a los niños, por lo que adicionalmente se crean puestos de trabajo. Los niños acuden al colegio y van creciendo de una forma “ordenada” fuera de las calles o en el mejor de los casos en los servicios sociales del estado.
Es importante que no dejemos morir este proyecto, ya que ello supondría un drama para estos niños y futuros niños que podrían ser acogidos, para ello hace falta la ayuda de todos para poder seguir con él.
Ver y estar con estos niños y ver los de la calle, hace necesarios estos proyectos y verlos reír, jugar, comportarse compensa el esfuerzo que realicemos, estremece pensar que si se corta la ayuda que reciben actualmente o no se puede conseguir ayuda para que Amigos de Siva en este caso concreto, pueda hacer frente a la continuación del proyecto, muchos de estos niños harán de las calles sus colegios , convertirán las cárceles en su segunda casa y las niñas tendrán que acabar negociando con sus cuerpos, dramático, pero cierto y desgraciadamente demasiado común.
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