Día 20/08/2009 - Día 6 – Jueves
No hay mucho más que contar, que no haya comentado ya, ha sido un día más de trabajo, que difícil es trabajar aquí, que escasez de medios, aquí si que vale más ingenio que cualquier otra cosa, acostumbrado a contar con todo tipo de materiales, aquí casi no hay nada, todo está en la capital, a más o menos 8h viaje, resulta descorazonador querer y no poder y más aquí, pero hay que continuar, no vale la resignación, ya que sería el final, más vale algo que nada.
Hoy he cogido un brazalete, (que como “recuerdo” cuando esté de vuelta a casa me recuerde mi “fortuna” en la vida, creo que no será capaz de medirla,) con el que se mide el grado de desnutrición, para así determinar quien puede acceder o no al programa de alimentación suplementaria, hace un par de días os comenté que estuve viendo parte de este programa.
Puede que resulte reiterativo y podáis creer pero cuando se vive, se ve y se palpa no cabe sino seguir comentándolo:
La dureza de la situación invita a reflexionara sobre los limites con que tropieza la ayuda humanitaria, que producen frustración en cuantos intentan paliar la injusticia.
En ocasiones la gente que aquí trabaja sobre el terreno, como Amigos de Silva conlos que estoy compartiendo estos días se enfrentan a decisiones tan inhumanas como tener que excluir a gente del reparto de ayuda. Y eso obedece a la falta de fondos para atender a los hambrientos como correspondería.
Leído en un papel esto apenas impresiona. Pero mirarles a los ojos y tener que echarlos, es desagradable. Yo supongo que estas imágenes y estas líneas ya no conmueven y por eso no tienen cabida en los telediarios, ni en los demás medios de comunicación.
Porque comprender la dimensión de la pobreza y el hambre desde el cómodo sofá de nuestra casa, desde el que seguimos las noticias, es del todo imposible. Por eso, visitar un lugar como Asayta y conocer la parte más áspera de la realidad del mundo supone recibir un zarpazo.
Día 21/08/2009 - Día 7 – Viernes
Esta noche ha llovido de forma intensa y nos hemos levantado con todo inundado, pero esto tiene parte positiva, aquí el agua es fundamental, ya que de ella dependen las cosechas y que o haya hambrunas y este año todo va un poco retrasado y eso es motivo de preocupación, la parte mala es que las aguas estancadas son focos de colera.
De hecho se ha montado un “campamento” al lado del hospital por parte de Médicos sin Fronteras” para tratar un brote de malaria en la región.
El día de hoy ha sido surrealista, kafkiano, creo que incluso Almodóvar se hubiese visto superado por un guión como el día que hemos pasado.
Voy a ver si soy capaz de trasladarlo, pero ser el protagonista, es un hecho de desesperación:
Este es el objetivo; imaginar que vais a firmar la perforación de dos pozos para abastecimiento de agua, que vais a pagar y la reunión es con la empresa perforadora y el gobierno regional.
Nos acercamos a las oficinas del gobierno regional para concretar dos posiciones de perforación de sendos pozos y concretar algunos detalles para comenzar con ello; en principio no hay problema, incluso podemos salir a ver las localizaciones sobre el terreno de los mismos, vamos para allá, eso sí antes hemos tenido que arrancarles un jeep a unos etíopes que andaban por allí, rellenarles la batería de agua y engancharlos con una cuerda para arrástralos y arrancar ya que con las “pinzas” no lo conseguimos. Salimos hacia el emplazamiento, más menos 150 km, llegamos y empezamos a recoger a “técnicos” de la zona para buscar al “jefe” que tiene que volver a corroborar los permisos de perforación, vuelta para aquí, vuelta para allí, el jefe no aparece y son las 12h 30´, fin de la mañana, así que nos quedamos tomando algo en un hotel (hay que verlos), hasta las tres, que no empiezan a trabajar. Bueno vamos a unas instalaciones del gobierno regional y nos llevan a una sala para tener por fin la reunión, allí aparece todo tipo de gente, variopinta cuando menos y todos hablando y opinando, llega el que creemos que es el jefe, se explica, se habla de todo y llegado un punto, no es el jefe con autoridad suficiente, Paco tiene que salir para traer a otro “jefe”, entre tanto en el sala entran y salen niños de “la calle”, se sientan por el suelo, nos miran, van y vienen. Llega una “secretaria”? que trae un teléfono, lo conecta, uno de los “personajes” con actividad sin identificar lo prueba, luego lo hace el supuesto jefe, llamadas hacia fuera, llamadas que se reciben, pero nada varía.
En todas sus aptitudes creo intuir cierta “chulería” o prepotencia por tenernos un poco a su aire.
Llega el jefe, a la postre el definitivo, da las buenas tardes, echa al suelo, una especie de pareo que lleva en los hombros, y se pone a rezar, ya que es musulmán, una vez terminados los rezos, vuelta a las conversaciones cruzadas y ha empeñarse a perforar en lugares que Paco ya tiene constatado que antes no se ha encontrado agua, pedimos responsabilidades si no hay agua o estudios que aconsejen esos puntos, cuando nosotros tenemos otras ubicaciones propuestas, total al final salimos sin concretar nada y todo queda para el lunes.
Hala otros 150 km de vuelta a casa. Las palabras “productividad y eficacia”, creo no existen en amárico.
Lo que os decía al principio, las palabras no reflejan la situación, es algo mucho más “visual” que literario, por lo menos para mis limitados recursos de escritor.
Preguntando a Paco por que no se levanta y se va de estas reuniones, cuando es él quien pone todo el esfuerzo y dinero por darles agua, me comenta que los realmente perjudicados de adoptar esta aptitud y dejarles sin agua, realmente, como siempre y en todas partes son los más necesitados.
La verdad el desbarajuste y la forma de trabajar del país es y toda la burocracia es “mortal” de necesidad. Aquí la paciencia es un bien muy preciado para nosotros ya que de otra forma, coges y te vas a la segunda de cambio que la primera tiene hasta su gracia, pero venir a ayudarles, verles y tratarles es para darte media vuelta y salir por piernas, pero que pasa con la gente del final de la “cadena”.
Día 22/08/2009 - Día 8 – Sábado
Fecha importante para el mundo musulmán, empieza el ramadán.
Hoy nos tomamos el día libre y estamos por casa, nos hemos levantado más tarde, ya que entre semana empezamos a la 6h 30´ ya que hay aprovechar “el fresco” matinal. Sudo 24 h, sin parar, el calor es calor, estamos por encima de los 40º, que comentaba cuando veníamos para Asayta. Bebes y bebes agua, que no falta, afortunadamente, lo de que esté fresca es otro cantar, ya que electricidad hay, cuando hay, no hay ninguna pauta para saber cuando habrá igual que con el agua “corriente”, pero lo que os decía, beber, bebemos en abundancia, pero no vas al baño más que una o dos veces al día, lo sudas todo, im presionante, pero te acostumbras. Y las noches igual, aquí no baja la temperatura.
Como no hay grandes cosas que contar, vamos con otra curiosidad, así todos aprendemos algo.
Me llamó la atención el otro día al pagar una factura que en la fecha ponía 14/08/2001, preguntando e investigando a que se debía el “error” resulta que al igual que la hora, el calendario etíope difiere del nuestro.
Nosotros tenemos el calendario gregoriano, el cual el “mundo cristiano”, adopto en el siglo XVI, en Etiopía sigue vigente el calendario juliano que era el vigente hasta la fecha y que aquí sigue vigente: el mismo consta de 13 meses, 12 son de 30 días y 1 mes de 5 días, (6 en un año bisiesto). Su “año nuevo” coincide con “nuestro” 11 de septiembre.
Así que yo, este año voy a tener dos noches viejas y dos años nuevos ya que regresaré el 12 de septiembre si todo sigue como está planeado.
No hay mucho más que contar, que no haya comentado ya, ha sido un día más de trabajo, que difícil es trabajar aquí, que escasez de medios, aquí si que vale más ingenio que cualquier otra cosa, acostumbrado a contar con todo tipo de materiales, aquí casi no hay nada, todo está en la capital, a más o menos 8h viaje, resulta descorazonador querer y no poder y más aquí, pero hay que continuar, no vale la resignación, ya que sería el final, más vale algo que nada.
Hoy he cogido un brazalete, (que como “recuerdo” cuando esté de vuelta a casa me recuerde mi “fortuna” en la vida, creo que no será capaz de medirla,) con el que se mide el grado de desnutrición, para así determinar quien puede acceder o no al programa de alimentación suplementaria, hace un par de días os comenté que estuve viendo parte de este programa.
Puede que resulte reiterativo y podáis creer pero cuando se vive, se ve y se palpa no cabe sino seguir comentándolo:
La dureza de la situación invita a reflexionara sobre los limites con que tropieza la ayuda humanitaria, que producen frustración en cuantos intentan paliar la injusticia.
En ocasiones la gente que aquí trabaja sobre el terreno, como Amigos de Silva conlos que estoy compartiendo estos días se enfrentan a decisiones tan inhumanas como tener que excluir a gente del reparto de ayuda. Y eso obedece a la falta de fondos para atender a los hambrientos como correspondería.
Leído en un papel esto apenas impresiona. Pero mirarles a los ojos y tener que echarlos, es desagradable. Yo supongo que estas imágenes y estas líneas ya no conmueven y por eso no tienen cabida en los telediarios, ni en los demás medios de comunicación.
Porque comprender la dimensión de la pobreza y el hambre desde el cómodo sofá de nuestra casa, desde el que seguimos las noticias, es del todo imposible. Por eso, visitar un lugar como Asayta y conocer la parte más áspera de la realidad del mundo supone recibir un zarpazo.
Día 21/08/2009 - Día 7 – Viernes
Esta noche ha llovido de forma intensa y nos hemos levantado con todo inundado, pero esto tiene parte positiva, aquí el agua es fundamental, ya que de ella dependen las cosechas y que o haya hambrunas y este año todo va un poco retrasado y eso es motivo de preocupación, la parte mala es que las aguas estancadas son focos de colera.
De hecho se ha montado un “campamento” al lado del hospital por parte de Médicos sin Fronteras” para tratar un brote de malaria en la región.
El día de hoy ha sido surrealista, kafkiano, creo que incluso Almodóvar se hubiese visto superado por un guión como el día que hemos pasado.
Voy a ver si soy capaz de trasladarlo, pero ser el protagonista, es un hecho de desesperación:
Este es el objetivo; imaginar que vais a firmar la perforación de dos pozos para abastecimiento de agua, que vais a pagar y la reunión es con la empresa perforadora y el gobierno regional.
Nos acercamos a las oficinas del gobierno regional para concretar dos posiciones de perforación de sendos pozos y concretar algunos detalles para comenzar con ello; en principio no hay problema, incluso podemos salir a ver las localizaciones sobre el terreno de los mismos, vamos para allá, eso sí antes hemos tenido que arrancarles un jeep a unos etíopes que andaban por allí, rellenarles la batería de agua y engancharlos con una cuerda para arrástralos y arrancar ya que con las “pinzas” no lo conseguimos. Salimos hacia el emplazamiento, más menos 150 km, llegamos y empezamos a recoger a “técnicos” de la zona para buscar al “jefe” que tiene que volver a corroborar los permisos de perforación, vuelta para aquí, vuelta para allí, el jefe no aparece y son las 12h 30´, fin de la mañana, así que nos quedamos tomando algo en un hotel (hay que verlos), hasta las tres, que no empiezan a trabajar. Bueno vamos a unas instalaciones del gobierno regional y nos llevan a una sala para tener por fin la reunión, allí aparece todo tipo de gente, variopinta cuando menos y todos hablando y opinando, llega el que creemos que es el jefe, se explica, se habla de todo y llegado un punto, no es el jefe con autoridad suficiente, Paco tiene que salir para traer a otro “jefe”, entre tanto en el sala entran y salen niños de “la calle”, se sientan por el suelo, nos miran, van y vienen. Llega una “secretaria”? que trae un teléfono, lo conecta, uno de los “personajes” con actividad sin identificar lo prueba, luego lo hace el supuesto jefe, llamadas hacia fuera, llamadas que se reciben, pero nada varía.
En todas sus aptitudes creo intuir cierta “chulería” o prepotencia por tenernos un poco a su aire.
Llega el jefe, a la postre el definitivo, da las buenas tardes, echa al suelo, una especie de pareo que lleva en los hombros, y se pone a rezar, ya que es musulmán, una vez terminados los rezos, vuelta a las conversaciones cruzadas y ha empeñarse a perforar en lugares que Paco ya tiene constatado que antes no se ha encontrado agua, pedimos responsabilidades si no hay agua o estudios que aconsejen esos puntos, cuando nosotros tenemos otras ubicaciones propuestas, total al final salimos sin concretar nada y todo queda para el lunes.
Hala otros 150 km de vuelta a casa. Las palabras “productividad y eficacia”, creo no existen en amárico.
Lo que os decía al principio, las palabras no reflejan la situación, es algo mucho más “visual” que literario, por lo menos para mis limitados recursos de escritor.
Preguntando a Paco por que no se levanta y se va de estas reuniones, cuando es él quien pone todo el esfuerzo y dinero por darles agua, me comenta que los realmente perjudicados de adoptar esta aptitud y dejarles sin agua, realmente, como siempre y en todas partes son los más necesitados.
La verdad el desbarajuste y la forma de trabajar del país es y toda la burocracia es “mortal” de necesidad. Aquí la paciencia es un bien muy preciado para nosotros ya que de otra forma, coges y te vas a la segunda de cambio que la primera tiene hasta su gracia, pero venir a ayudarles, verles y tratarles es para darte media vuelta y salir por piernas, pero que pasa con la gente del final de la “cadena”.
Día 22/08/2009 - Día 8 – Sábado
Fecha importante para el mundo musulmán, empieza el ramadán.
Hoy nos tomamos el día libre y estamos por casa, nos hemos levantado más tarde, ya que entre semana empezamos a la 6h 30´ ya que hay aprovechar “el fresco” matinal. Sudo 24 h, sin parar, el calor es calor, estamos por encima de los 40º, que comentaba cuando veníamos para Asayta. Bebes y bebes agua, que no falta, afortunadamente, lo de que esté fresca es otro cantar, ya que electricidad hay, cuando hay, no hay ninguna pauta para saber cuando habrá igual que con el agua “corriente”, pero lo que os decía, beber, bebemos en abundancia, pero no vas al baño más que una o dos veces al día, lo sudas todo, im presionante, pero te acostumbras. Y las noches igual, aquí no baja la temperatura.
Como no hay grandes cosas que contar, vamos con otra curiosidad, así todos aprendemos algo.
Me llamó la atención el otro día al pagar una factura que en la fecha ponía 14/08/2001, preguntando e investigando a que se debía el “error” resulta que al igual que la hora, el calendario etíope difiere del nuestro.
Nosotros tenemos el calendario gregoriano, el cual el “mundo cristiano”, adopto en el siglo XVI, en Etiopía sigue vigente el calendario juliano que era el vigente hasta la fecha y que aquí sigue vigente: el mismo consta de 13 meses, 12 son de 30 días y 1 mes de 5 días, (6 en un año bisiesto). Su “año nuevo” coincide con “nuestro” 11 de septiembre.
Así que yo, este año voy a tener dos noches viejas y dos años nuevos ya que regresaré el 12 de septiembre si todo sigue como está planeado.
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